Graves' Ophthalmopathy - How Does It Affect Your Eyes?

La oftalmopatía de Graves es una de las enfermedades oculares más serias. ¿Cómo y en qué medida puede afectar a tu vista? ¿Cómo se trata? En este artículo te damos unos datos básicos sobre esta condición.

¿Qué es la oftalmopatía de Graves?

La oftalmopatía de Graves, también conocida como enfermedad tiroidea de los ojos, es una enfermedad autoinmune. Esto quiere decir que el sistema inmune de la persona, responsable de proteger al organismo de virus y bacterias, ataca por error a las células sanas del cuerpo.

En el caso del ojo, los anticuerpos atacan a las células adiposas, tejidos y músculos detrás del ojo. Las partes dañadas se inflaman y crecen, pudiendo comprimir las venas encargadas de transportar líquido para mantener el ojo hidratado. En casos graves, también pueden comprimir el nervio óptico y afectar a la visión de manera significativa.

Se han identificado dos fases en la oftalmopatía de Graves: activa e inactiva.

En la fase activa se podría experimentar irritación ocular, pérdida de agudeza visual y cambios en la apariencia de los ojos. Esta fase puede desarrollarse desde 5 meses hasta varios años y va seguida por una fase inactiva en la que los síntomas permanecen pero la evolución de la enfermedad se detiene. Si la oftalmopatía de Graves no se trata puede desembocar en una pérdida de visión grave o, incluso, ceguera.

¿Cuáles son los síntomas de la oftalmopatía de Graves?

La oftalmopatía de Graves puede ser difícil de detectar al principio, pero hay diversos síntomas que podrían indicar que la padeces. Estos pueden ser:

  • Retracción del párpado, siendo el síntoma más común la retracción del párpado superior. También puede que te duela cerrar el ojo.

  • Enrojecimiento e irritación ocular.

  • Sensación de presión en el ojo y dificultad para mover los globos oculares.

  • Ojos saltones que parecen salirse de las órbitas

  • Visión borrosa

  • Visión doble

  • Excesiva sequedad ocular o excesivo lagrimeo

  • Mayor sensibilidad a la luz

  • Pérdida de visión: el ojo y los tejidos y músculos que lo rodean se inflaman y comprimen el nervio óptico, provocando pérdida de visión. También puede estar causada por lesiones en la córnea, que se encuentra más expuesta y no recibe la lubricación adecuada.

¿Cuáles son los factores de riesgo de la oftalmopatía de Graves?

  • La genética: la oftalmopatía de Graves puede ser hereditaria, ya que se han identificado algunos genes como causantes de esta enfermedad en personas que la padecen. Además, es mucho más frecuente en mujeres que en hombres.

  • Otras enfermedades: Las personas que padecen una enfermedad inmunológica pueden ser más propensas a desarrollar oftalmopatía de Graves. La enfermedad de Graves, por ejemplo, puede ser un factor de riesgo. Sin embargo, padecer una no significa que también se padezca la otra o viceversa. Los pacientes pueden padecer una de ellas, ambas o ninguna.

  • Factores ambientales: Se especula que diversos factores de nuestro estilo de vida también pueden aumentar el riesgo de desarrollar oftalmopatía de Graves. En general, se recomienda no fumar ni beber alcohol, ya que estos hábitos pueden aumentar el riesgo de desarrollar ciertas enfermedades.

  • La edad: También se considera un factor de riesgo, pues es más frecuente en personas de mediana edad.

¿Cómo se trata la oftalmopatía de Graves?

En algunos casos, la oftalmopatía de Graves desaparece por sí sola, pero la mayoría de las personas necesitan tratamiento. Hay distintas maneras de combatirla, dependiendo del nivel de avance y del daño causado por la condición.

  • Fase activa

En la fase activa de la enfermedad, el oftalmólogo te podría recetar corticosteroides para reducir la inflamación; así como colirios o ungüentos para aliviar la sequedad y la irritación ocular.

En enero de 2020, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE.UU. aprobó el uso de teprotumumab para tratar la oftalmopatía de Graves, convirtiéndose en el primer medicamento aprobado para tratar esta afección. Ha tenido resultados muy positivos en la reducción de la inflamación ocular y la visión doble y ha ayudado a mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes.

A veces también se recomienda el uso de radioterapia para reducir la inflamación ocular. Este tratamiento consiste en eliminar el tejido dañado, aunque su efectividad no está ampliamente probada.

  • Fase inactiva

Una vez que la enfermedad ha dejado de evolucionar y alcanza su fase inactiva, se podría recomendar cirugía. Algunos procedimientos quirúrgicos podrían ser:

  • Cirugía de los párpados: Cuando el párpado se retracta, cambia la apariencia normal del ojo y la superficie ocular está más expuesta. Puede corregirse con distintos tipos de cirugía, aunque la más común consiste en alargar el párpado hasta que recupera su forma original.

  • Cirugía de descompresión de la órbita: Dependiendo de la gravedad de la enfermedad, podría haber presión acumulada en los tejidos detrás del ojo, contribuyendo al desplazamiento del globo ocular y haciendo que empeore la visión si el nervio ocular se ve afectado. Este procedimiento consiste en la extracción de parte del hueso de la cuenca del ojo para acomodar el globo ocular y el tejido inflamado. Así se permite que el ojo regrese a una posición natural y se reduce la compresión del nervio óptico.

  • En cualquier fase

La oftalmopatía de Graves puede provocar cambios importantes en la visión y en la apariencia del ojo que no pueden corregirse por completo, por lo que algunos pacientes pueden experimentar depresión y angustia. Recibir terapia psicológica y contar con el apoyo de sus seres queridos puede ser muy beneficioso para ayudarles a sobrellevar el impacto psicológico de esta enfermedad.

Usar gafas de sol con filtro y protección contra los rayos UV puede ayudar a reducir el deslumbramiento y hacer que sea más fácil lidiar con la mayor sensibilidad a la luz que causa la oftalmopatía de Graves.

También puedes leer este artículo para descubrir más consejos útiles sobre cómo evitar la sequedad ocular.

En conclusión

La oftalmopatía de Graves puede ser una enfermedad muy dañina. Por eso, es esencial estar atento a cualquier indicio de que puedas padecerla y que te hagas revisiones oculares frecuentes con tu oftalmólogo para así poder detectarla y tratarla con efectividad.